Charles y Carolina parten en tren a Winoka para llegar a tiempo a la boda de su hija con Adam. Albert y Laura se quedan al cuidado de Carrie y Grace, por el gasto que representa el viaje. Una vez allí, relatan a los novios las travesuras de Mary cuando era niña y ésta siente temor cuando empieza a considerar las dificultades que tendrán en un futuro para cuidar a sus hijos, siendo ciegos.